Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante
Insights & Forecasts

Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante

Tiempo de lectura (minutos):2
La compactación del suelo es un problema cada vez más común que afecta la fertilidad del suelo y la eficiencia agrícola. Este artículo analiza sus causas, impactos y cómo abordar la degradación del suelo, centrándose en el uso inteligente de la maquinaria y las tecnologías agrícolas modernas.
Uno de los principales desafíos para una agricultura productiva es la degradación de la estructura del suelo, que está estrechamente relacionada con la compactación. En la agricultura moderna, este problema se está volviendo cada vez más grave, con consecuencias claras para la fertilidad, el desarrollo de los cultivos y la energía requerida para las labores de campo. La compactación del suelo, un problema ampliamente reconocido, es causada principalmente por el uso repetido de maquinaria pesada a lo largo del tiempo. Estas máquinas comprimen el suelo, reduciendo su porosidad, permeabilidad y capacidad de retener agua. Alrededor de 33 millones de hectáreas en todo el mundo están afectadas por la compactación, y aproximadamente el 36 % de todas las tierras agrícolas se considera altamente vulnerable. En países como Italia, el problema se agrava por los bajos niveles de carbono orgánico en el suelo y un clima cada vez más impredecible.
Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante 1
¿Qué causa la compactación del suelo?
El Papel del Agua
La compactación del suelo reduce significativamente la capacidad del terreno para retener agua. Durante lluvias intensas, esto provoca más escorrentía superficial y menos infiltración en el subsuelo. Como resultado, las plantas disponen de menos agua y aumenta el riesgo tanto de inundaciones como de sequías. El suelo compactado también crea una resistencia física, dificultando el crecimiento y la expansión de las raíces, lo que limita su capacidad para absorber nutrientes. Estos efectos combinados tienen un impacto directo en la productividad agrícola. De hecho, los rendimientos de los cultivos se han estancado en muchas regiones europeas desde la década de 1990, un problema estrechamente relacionado con el deterioro de las condiciones del suelo. Económicamente, los daños son considerables. Se estima que la compactación del suelo provoca pérdidas anuales que ascienden a cientos de millones de euros, tanto por cosechas reducidas como por daños relacionados con inundaciones. También hay costes ocultos: aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y deterioro de la calidad del agua subterránea. A medida que la maquinaria agrícola sigue aumentando de peso, se espera que el riesgo de compactación —y sus consecuencias económicas— crezca, especialmente bajo la presión del cambio climático.
El Suelo Bajo Presión por la Maquinaria Agrícola
En las últimas décadas, la agricultura ha cambiado drásticamente, no solo en cuanto a técnicas, sino también por las máquinas que ahora se utilizan en los campos. Uno de los mayores cambios ha sido el aumento significativo del peso y la carga por rueda de los vehículos agrícolas, lo que tiene serias implicaciones para la salud del suelo. Numerosos estudios han demostrado cómo la creciente presión de la maquinaria pesada está dañando la estructura del suelo. Las cifras hablan por sí solas: desde los años 60, la carga por rueda de las cosechadoras se ha multiplicado por más de cinco. Las máquinas actuales pueden ejercer más de 10 toneladas de presión por rueda. Esto está provocando una mayor compactación del suelo, reduciendo su porosidad, disminuyendo la capacidad de retención de agua del suelo y creando condiciones cada vez más hostiles para el crecimiento de las raíces.
Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante 2
Suelo Sobreexplotado

Las simulaciones de investigación muestran claramente una pérdida gradual de porosidad en los suelos cultivados intensamente, lo que dificulta que las raíces penetren y se desarrollen adecuadamente. Las plantas tienen dificultades para desarrollar sistemas radiculares profundos y fuertes, lo que compromete su capacidad para acceder al agua y los nutrientes. Esto se ha identificado como un factor clave detrás del estancamiento del rendimiento observado en muchas zonas de Europa desde la década de 1990. La compactación del suelo también interfiere con el ciclo natural del agua. Al almacenarse menos agua en el suelo, una mayor cantidad escurre por la superficie, aumentando la probabilidad de inundaciones e intensificando su gravedad cuando ocurren. Al mismo tiempo, durante los períodos de sequía, la menor capacidad del suelo para retener agua agrava las condiciones de sequía, ejerciendo mayor presión sobre los cultivos y reduciendo su productividad.
Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante 3
Compactación: Un Problema Económico en Crecimiento
La compactación del suelo es un problema importante para los agricultores, pero los costos van más allá del ámbito agrícola. Los municipios y los gobiernos regionales también sienten su impacto. Aunque es difícil cuantificar el daño total, los estudios actuales destacan tres áreas clave de pérdida: la reducción de los rendimientos agrícolas, los efectos negativos sobre las aguas superficiales y subterráneas, y los costos ambientales en general. Con la maquinaria agrícola aumentando en tamaño y peso, se espera que el riesgo de compactación crezca, lo que traerá consecuencias más graves tanto para la productividad como para la sostenibilidad. El cambio climático no hace más que agravar el problema, con sequías más frecuentes y lluvias intensas que convierten la gestión del suelo en un desafío aún más urgente.
Repensar el Peso de la Maquinaria en el Campo
Algunos estudios agronómicos están empezando a reevaluar los estándares de diseño de la maquinaria agrícola. La tendencia hacia tractores, máquinas autopropulsadas y equipos cada vez más grandes y pesados para la labranza, la siembra y los tratamientos de cultivos está comenzando a ser cuestionada. Investigadores y agrónomos están inclinándose por vehículos más ligeros que reduzcan el impacto sobre el suelo y ayuden a preservar su salud. Incluso los contrapesos de las máquinas están siendo reconsiderados como parte de un cambio más amplio hacia prácticas conservacionistas como la labranza mínima o nula. Estos enfoques pueden mejorar las condiciones del suelo y, al mismo tiempo, reducir los costos operativos.
Otras Estrategias y Tecnologías para Combatir la Compactación del Suelo
Para evitar la compresión de las partículas del suelo —lo que reduce la porosidad y aumenta la densidad aparente, afectando finalmente las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo— pueden aplicarse diversas soluciones tecnológicas y agronómicas. Estas incluyen estrategias de gestión del tráfico en el campo y el uso de sistemas mecánicos avanzados.
Compactación del Suelo en el Campo: Un Desafío Constante 4
Técnicas para Reducir la Compactación

Una de las formas más eficaces de limitar la compactación del suelo es reducir el número de pasadas de maquinaria y adoptar el sistema de tráfico controlado (CTF, por sus siglas en inglés). Esta técnica minimiza la presión mecánica sobre el suelo al concentrar el tránsito de ruedas en carriles designados, protegiendo el resto del terreno para el crecimiento de los cultivos. Los métodos mecánicos de descompactación, como la labranza vertical o el uso de rábano forrajero como cultivo de cobertura (labranza biológica), también ayudan a mejorar la estructura del suelo y a restaurar su porosidad. Estas estrategias airean el suelo, lo que permite una mejor infiltración del agua y penetración de las raíces.
El Papel de los Neumáticos y las Orugas
Entre las soluciones más accesibles para agricultores y contratistas agrícolas está la evaluación cuidadosa de los sistemas de tracción y las tecnologías asociadas utilizadas en la maquinaria agrícola. La mejor elección tecnológica depende de las necesidades de la explotación, las condiciones del suelo y los tipos de cultivos. Equilibrar costos y beneficios es clave para gestionar el suelo de forma sostenible y al mismo tiempo maximizar la productividad. Invertir en herramientas innovadoras y adoptar estrategias agronómicas específicas puede marcar una gran diferencia en la protección de la calidad del suelo y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Una innovación importante es el uso de sistemas centrales de inflado de neumáticos (CTIS, por sus siglas en inglés), que permiten a los operadores ajustar la presión de los neumáticos según el terreno y las condiciones de trabajo. En carretera, una mayor presión —entre 2 y 10 bares— garantiza estabilidad y seguridad, mientras que una presión más baja en el campo minimiza la compactación y mejora la tracción. Las principales ventajas del CTIS incluyen mejor agarre con menos deslizamiento, hasta un 16% menos de resistencia a la rodadura (según algunos estudios), más del 15% de ahorro en el consumo de combustible, mayor comodidad de conducción y una vida útil prolongada de los neumáticos. Además del CTIS, los neumáticos anchos o de baja presión (VF e IF), que normalmente operan por debajo de 1 bar, ayudan a distribuir el peso de la máquina de manera más uniforme y reducen la compactación. Las ruedas gemelas, donde se emparejan dos neumáticos de igual diámetro, son otra opción rentable que aumenta el área de contacto con el suelo sin requerir una gran inversión. El uso de orugas de goma o acero está entre las soluciones más avanzadas para minimizar la presión sobre el terreno. Gracias a su gran superficie de contacto, las orugas mejoran la tracción y reducen el hundimiento, permitiendo una distribución óptima del peso sobre el suelo. ¡Sigue con nosotros para descubrir más soluciones e innovaciones para una agricultura más sostenible!
Share
¡Sé el primero en enterarte de las novedades de tu sector!
Suscríbase a nuestro periódico para estar al día con el Universo BKT, incluyendo noticias exclusivas, productos de tendencia e historias de BKT.
Encuentre su neumático